Tears in Heaven
Los titulares de los diarios neoyorkinos del 20 de marzo de 1991 hablaban de un solo tema. Un caso policial. Un accidente. La muerte de
un nene de 9 años. Tragedia en la familia Clapton, eligió The NewYork Times y la noticia es que la víctima es Connor, el hijo de una de las guitarras más
influyentes del rock y del blues.
Eric dejó esa noche a
Connor en el departamento que hasta hacia poco tiempo compartía con su ex mujer, la actriz italiana Lory del Santo. Un Clapton envalentonado por la noche y sus días de sobriedad le aclaró que de ahora en
más los encuentros con el nene iban a ser así, ellos solos. Después de eso se fue a su casa y durmió tranquilo por primera vez después de mucho tiempo.
A las 11 de la mañana
del día siguiente, Lory leía un fax laboral en el living de su casa mientras el
portero del edificio limpiaba las ventanas. Connor corría por la
casa y jugaba a las escondidas. De repente, un grito ensordecedor del ama de llaves fue el presagio de la tragedia. Invadida por el miedo Lory corrió por el departamento y el grito en un segundo fue silencio. El mundo se
derrumbaba. Connor cayó por la ventana del piso 53 del rascacielos
ubicado en la calle 57 de Manhattan. El error del portero se pagó de la peor manera y la imagen siguiente fue el dolor en su máxima
expresión. Lory llamó llorando a Eric y le gritó: "Connor está muerto". Él sólo pudo decir: ¿Estás segura? Ahogado en su propia negación, caminó
por Park Avenue recordando la noche anterior que había compartido con su hijo,
sin creer todavía lo que estaba pasando. Apenas vio el cordón policial, se murió por dentro. Los fantasmas de las adicciones
rodeaban a Clapton mientras reconocía en la morgue a su hijo.
El funeral de
Connor fue en la iglesia de Santa María Magdalena, en Ripley, Inglaterra, lugar
donde nació . Estaban todos los viejos amigos, pero Clapton estaba
mudo. Miraba el ataúd y no podía hablar.
A pesar de lo que muchos pensaban, slowhand afrontó el día más triste de su vida lejos de los vicios; cerca de la música. Nueve meses después, en la grabación del MTV unplugged le regaló a su hijo la canción más profunda y sentida que podía realizar. "Tears in heaven", no era sólo una linda balada instrumental que lo llevaría de nuevo al tope de los grandes rankings. Eran las melodías de las lágrimas que caían en el cielo de Eric Clapton desde la mañana del 20 de marzo de 1991.
Clapton y Del Santo en el funeral |
A pesar de lo que muchos pensaban, slowhand afrontó el día más triste de su vida lejos de los vicios; cerca de la música. Nueve meses después, en la grabación del MTV unplugged le regaló a su hijo la canción más profunda y sentida que podía realizar. "Tears in heaven", no era sólo una linda balada instrumental que lo llevaría de nuevo al tope de los grandes rankings. Eran las melodías de las lágrimas que caían en el cielo de Eric Clapton desde la mañana del 20 de marzo de 1991.
0 comentarios:
Publicar un comentario